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martes, 19 de septiembre de 2017

Dibujos... dibujos, dibujitos...

No quiero ser reiterativo de lo mucho que disfruto hacer mis dibujos en mis libretas... no tengo una sóla razón para hacerlo... no hay nada de trasfondo, ni nada parecido, sencillamente es una necesidad enorme de hacerlo,... es y será siempre mi mejor recurso para tranquilizar mis estados emocionales,...  he estado muy alterado  por cosas sin importancia por cosas que escapan de mi control,  Pero de lo que quiero escribir es de cuanto disfruto hacer estas cosas, y viendo en retrospectiva, trabajando ya en mi tercera libreta mis apuntes de "primera intención" poco a poco se van detallando... si que yo me lo proponga, o no me doy cuenta, lo que me queda claro es que a pesar de mi falta de ojos para ver el detalle... mis manos van entendiendo donde debe estar la plumilla o el pincel y sin mucho cuidado... comienzo a trazar, a veces uso la lupa que mi Diego me compró el año pasado y claro que me ayuda, ...
Lo único es que tengo que mejorar mi pulso, porque ver a través de ella, es extraño mientras dibujo, pero poco a poc me estoy acostumbrando... Algo debo hacer con estos dibujitos, algo... no sé aún qué, porque tan sólo los hago para mis libretas, de manera muy intima... lo curioso es que he vendido algunos,  y eso siempre me emociona mucho.
Ahora me doy cuenta que poco a poco estoy haciendo una rutina, desde que abro los ojos, la idea de levantarme a preparar mi libreta con las tintas, los pinceles y los recipientes con agua, mientras se prepara mi café es muy emocionante... pico papaya o alguna fruta que tenga, la pongo en mi charola y listo, me siento a dibujar, mientras mis hijas siguen en la cama... No sabes Gil, como lo disfruto... 

Y pensando en todo y en nada, ayer me asaltaron muchas dudas... ¿será que soy bipolar?... a veces, mis estados de ánimo pasan por muchos rangos diferentes, me siento eufórico y otras... siento que la vida no vale la pena y eso me asusta. Pero confieso que disfruto mucho del silencio de mi estudio, de la cercanía de Uma y Cósima... de estar encerrado y me pone de malas que suene mi teléfono... eso es absurdo Gil... tengo 52 años y si es verdad ese "diagnostico" que me dice mi médico... no sé qué voy a hacer al respecto.  Lo único que sé, es que necesito seguir trabajando, necesito pintar más y necesito estar con la mente ocupada.

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