Siempre que me pasan cosas como las que me sucedieron ayer... siempre me acuerdo de las anécdotas de mi madre de cuando yo iba a nacer y me tenía en su vientre. Cuenta que una vez, estaba en el mercado comprando las viandas y de reojo miro que vendían tlacoyos en el puesto de al lado. Y se dijo a si misma, me voy a comprar uno, evidentemente se le antojo. Justo en el momento en que termina de pagar y coge la bolsa del suelo para irse, la señora de los Tlacoyos, le toma la mano y le pone envuelto en papel estraza uno de esos suculentos manjares momentáneos de los mercados, y le dice -tenga Güerita comaselo, están bien buenos- Mi madre entre aturdida y apenada, le dice no gracias... mientras la marchante insistía, -ándele no se enmuine, comaselo, le va a hacer bien- Mi mamá saco unas monedas de su monedero que siempre cargó en la mano izquierda -esta bien tenga- dijo mi madre, -¿como va usted a creer?, se lo estoy invitando- Mi madre entre la vergüenza y el asombro, cuenta que dijo gracias, tomó el envoltorio y asi chorreando de salsa y grasa se lo echo en la bolsa del delantal, y salió caminando despavorida y avergonzada. Cuenta mas historias de estas que le sucedieron cuando me gestaba, Siempre dijo que la gente le daba cosas, comida, asi, sin mas que su cara, sólo por que la veían embarazada.
Pasaron muchos años y una vez que mi madre nos llevo a ver una película de "Capulina" al antiguo Cine Palacio Chino que estaba en la calle de Juarez, frente a la alameda central. Nos detuvimos en una rosticería, pues eramos tantos hijos que mi madre nos compraba tortas y refrescos afuera del cine (antes si se podía hacer) para que no gastáramos dentro que era mas caro y escasas las porciones de comida. Mientras ella pedía y pagaban las tortas, recuerdo que yo veía como giraban y giraban los pollos en una varilla de metal al rededor del fuego. Sacaron uno y lo partieron en dos, a lo largo, asi que vi, media pechuga, media rabadilla, pierna y muslo servido en un platón ovalado con papas fritas y rajas, tomaron un pan y lo llevaron a la mesa de un señor muy propio vestido de traje y corbata. Yo seguí atento todo el movimiento y recuerdo que lo único que pensaba es como era posible que sirvieran algo asi tan grande y tan veras mente un pollo. Entonces el señor al que le sirvieron el pollo, me vio a los ojos y me llamo. Yo como era un niño ñoño y educado, fui y me dió una "alita de pollo" en una servilleta y me dijo; -toma convidale a tu hermanito- yo dije gracias, como tenia que decir, me di la vuelta y vi los ojos de mi madre desorbitados y avergonzados, diciéndome que, ¿por qué había pedido eso?, jeje. El señor le dijo que el me lo había dado, ella argumentaba que me estaban comprando mi cómoda, y no recuerdo mas que haber salido como estampida del sitio y a mi madre enfadada y avergonzada por lo que paso.
Sin embargo, a lo largo de toda mi vida desde niño alguien siempre me dio algo de comer,.. en diferentes circunstancias, y de formas diversas... siempre... Mi mamá decía que cuando me esperaba le pasaron muchas cosas asi, y decía que cuando yo nací, la bonanza en la familia llego, el negocio fue muy prospero y yo al menos y mi hermano, fuimos niños afortunados en cuanto a no tener ningún tipo de carencias, tuve todos los juguetes que quise, los paseos mas largos y muchos viajes en el interior del país. Ahora de adulto con 24 años viviendo fuera del núcleo familiar, siempre alguien me da sin pedicelo, sin mucha conversación, sin mucha amistad mas que un hola que tal, un plato de comida, cuando menos me lo espero. hasta las señora de las quesadillas de a la vuelta de mi casa , de repente quiero pagar y me dice, es cortesía Darío y hasta le tocan a mis perros, el señor de las hamburguesas donde llego a comprar algo de cenar me da alguna cortesía de vez en vez pero siempre una salchicha a cada uno de mis perros. La bendita señora de las flores que es una anciana que vive al dia, y quizás con muchas carencias, de repente me detiene y me dice, -¿ya desayunaste?- y me saca un plato de sopa de pollo, o mole con arroz, con tortillas encima, o fréjoles refritos... o lo que sea. Pero siempre me ha pasado asi.
En estos días que he estado medio enfermo o muy enfermo con fiebre y mi nariz chorreando por la gripe, ayer de repente en la tarde mientras estaba qui mi amigo Alvaro, me gritan desde la calle por mi nombre y me asomo por la ventana; veo a una vecina que me dice, te vi muy refriado, baja... y me da un topper con caldo de pollo y hartas verduras con cebolla picada y cilántro y limón en un coso aparte... Y siempre que me pasa esto, siempre... pienso en mis padres, en mi madre y en que siempre he tenido esas bendiciones en mi vida... he recibido de mucha gente un sinfín de cosas, regalos atenciones, comida, invitaciones... y sólo porque no se que tengo o que les provoco. pero, es asi y me siento sin duda bendecido por Dios y por ellos....
En la noche que me vino a inyectar Doña Mina, llego pasada la media noche con su marido y una bolsa con mas caldo de pollo, y una olla de te de canela, para que despúes de inyectarme, cenará y me sintiera mejor.. Sin duda es una bendición.
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