Estoy por terminar las piezas de las tan sonadas exposiciones de fin de año, y el sentimiento es un fastidio por todo lo que hago y me rodea. No me rodea nada mas que las incertidumbre, el desaliento y una necesidad imperante de terminar con estas piezas, una soledad que me duele tanto como el frío de estos horribles dias de otoño que pegan en mi ventana.El estudio esta lleno de cuadros por todos lados, lienzos óleos y pinturas terminadas... Las paredes y mis perros que siempre están conmigo. Libertad y Gilberto que me ven con su carita de niños tristes cuando en las mañana me voy al restaurante, que me miran con esos ojitos diciéndome que no estoy solo, que ellos están conmigo.
La soledad se ha hecho mas fuerte al evidenciarme el gran vacío que tengo en mi pecho. Hace dos semanas o tres ya no lo sé, vino un arcángel a mi estudio, con sus alas inmensas a susurrar al odio y en cada uno de los poros de mi piel lo bien que me hacia su compañía. Lo bien que me sentía en medio de sus brazos y sus alas batiéndose sobre mi, provocándome una especie de capullo que me cubría y me hacia sentirme seguro... lleno y protegido.
Que estúpido seguir queriendo lo que de niño no tuve, a mi edad es hasta ofensivo pensarlo, y sin embargo, cuando me tocan asi de esa forma, me provoca un sentimiento de nostalgia y abandono que me quema la piel y aturde mis pensamientos No quiero tener los ojos abiertos, ni mirar a la calle, no quiero abrir las ventanas del estudio... solo pinto, y pinto y sigo pintando para calmar mis mis manos, ese temblor de manos que me provoca la angustia y el vomito.Sigo mirando en la ventana, para ver si regresa el Arcángel, no lo creo... era de paso... aunque no sepa él nunca, lo que provoco en mi.
La soledad se ha hecho mas fuerte al evidenciarme el gran vacío que tengo en mi pecho. Hace dos semanas o tres ya no lo sé, vino un arcángel a mi estudio, con sus alas inmensas a susurrar al odio y en cada uno de los poros de mi piel lo bien que me hacia su compañía. Lo bien que me sentía en medio de sus brazos y sus alas batiéndose sobre mi, provocándome una especie de capullo que me cubría y me hacia sentirme seguro... lleno y protegido.
Que estúpido seguir queriendo lo que de niño no tuve, a mi edad es hasta ofensivo pensarlo, y sin embargo, cuando me tocan asi de esa forma, me provoca un sentimiento de nostalgia y abandono que me quema la piel y aturde mis pensamientos No quiero tener los ojos abiertos, ni mirar a la calle, no quiero abrir las ventanas del estudio... solo pinto, y pinto y sigo pintando para calmar mis mis manos, ese temblor de manos que me provoca la angustia y el vomito.Sigo mirando en la ventana, para ver si regresa el Arcángel, no lo creo... era de paso... aunque no sepa él nunca, lo que provoco en mi.
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