Hace mas de u año comencé una aventura con una galería en Puerto Vallarta, aventura que se postergo hasta este 11 de julio, día apocalíptico que según una novela que leí en los años 80 el 11 de julio de 1999 los Ángeles de Dios dejarían la tierra para que el hombre, nuestra especia, tomara desiciones y responsabilidades propias de la finalidad de la creación,
En el camino a Guadalajara me dio uno de mis recurrentes ataques de sueño, lo único que atine a hacer fue que al ver un pedazo de terrecería sencillamente, me orillé, me estacioné y me dormí,… Después de una siesta reparadora, me incorporé y mi hermana y mi sobrina también se alistaron. Encendí la camioneta, y arranque. Y mi sorpresa fue mayúscula al darme cuenta que estaba atascado en el fango y que este casi cubría las llantas de la camioneta, me asusté y traté en vano de que el carro saliera sin lograrlo, claro; finalmente angustiado comencé a pedir ayuda, se paro un camión que transportaba tubos de PBC que sugirió jalarlo y lo único que tenia a la mano eran las correas de los perros que claro… se reventaron, le agradecí y le pedí que por favor avisara en la caseta para ver si podía obtener ayuda pues entre las cosa que se me ocurrieron hacer fue la de llamara a los “Ángeles verdes” para que me ayudaran pero los tickets de las casetas , tenían solo un numero de teléfono de la ciudad de México así que no tenían forma de comunicarme con ellos, no jajaja pero en fin. Vino una camioneta mas transportando muebles, y les hice señas, se pararon y así sin interés alguno me ayudó a sacar la camioneta, usando grava de costales que ellos mismos cargaban y con una destreza sorprendente lograron sacarla del fango. Se los agradecí enormemente y mi hermana respiro profundamente… Carmen, se ha convertido en una de mis hermanas mas cercanas, de alguna forma siempre lo ha sido pero ahora que vivimos muy cerca esta más cerca de mí. Vino todo el camino rezando y animándome para que el cansancio no me venciera y compartir este viaje fue toda una experiencia. Nydia y Carmen se portaron a la altura solidarizándose conmigo y con el viaje, libertad y Gilberto, como siempre, ángeles que me acompañan donde sea, siempre estuvieron cerca de mi… pendientes, atentos y azorados ante el mar que jamás dejare de pensar en que es el mismo rostro de Dios. Mi hermana y su hija disfrutaron el viaje, las vi contentas y muy juntas, Nydia veía con asombro el mar y se metió y sintió la arena todo el tiempo luciendo un bikini llena de pena por su juventud, pero la verdad es que, las vi divertidas y eso me ayudo a sentirme acompañado y a amortiguar lo que venía. Carmen u yo hablamos mucho, mucho y en todo momento me recordó a mi madre, jamas había viajado de adulto alguien de mi familia y es algo que me gustaría repetir. me entere con agrado de la percepción de ella hacia mi. y es muy halagador, fue muy grato compartir este viaje con ellas, la pasamos bien.
Mi encuentro con la galería fue en realidad con un empleado que muy sonriente me saludo, así sin conocerme… y hablar de esto es tan engorroso con un mosquito cuando duermo. El resumen es que el dueño de la galería estaba en Guadalajara y que dejo una lista de obra donde, según el, tenia todo detallado de lo que yo había dejado, evidentemente no fue asi, pues una pieza que tenia borrada en la lista estaba en su poder, y no asi con dos piezas mas que según él, aseguro con una certeza de Dios que no tenia esas piezas. Hable con el al celular, pero dijo que no se escuchaba, claro después de decirme una y otra vez que no tenia esas piezas … le comprobé que estaba equivocado al mostrarle que el había borrado una de las piezas y que la tenia en su poder, mas tarde encontraron otra y la respuesta fue que al llegar revisaría las piezas para ver donde estaba. Todo esto fue muy molesto y engorroso, pues de pronto me sentí como si le quisiera hacer alguna tranza o algo parecido, o tratara de engañarlo, nada mas alejado de la realidad. No tengo necesidad de esto y en caso de que se pierda la pieza, no pasa nada, es una pieza que en todo no me cuesta trabajo alguno pintar, el punto de esto es lo molesto, lo absurdo y las excusas que se dan al respecto. Como buenos mexicanos que somos, siempre el equivocado es el de enfrente, jamás concedemos una pizca de duda, ni voto de confianza… aquí el equivocado era yo y yo el responsable y yo el que saldría perdiendo. No podía discutir con el empleado, el no resolvería nada, sino que tengo aunque hablar con el y ver como se resolvería esto. La experiencia ha sido desgastante y absurda y una gran `perdida de dinero que al final lo único valioso de esto es que fue mi hermana y su hija al mar y contribuí así con el desastres de ella y mis perros disfrutaron de la arena y el sol. No se si esto es producto de una falta de responsabilidad, de atención desinterés o sencillamente de inconsciencia, soy incapaz de decir como se tiene que manejar esto, pero el sentimiento que me queda de de abuso y de desinterés…
El viaje fue muy pesado, 16 horas de ida de la Ciudad de México hasta Puerto Vallarta y el regreso fueron 5 horas hasta Ajijic y 8 hasta la ciudad de México. En Ajijic, como siempre me trataron muy bien, pasamos la noche ahí para no hacer el viaje de un sólo tirón. Ernie y Richard se portaron como amigos solidarios al recibirnos a mi hermana y a mi sobrina junto con mis perros, nos dieron una recámara a cada uno. Tenían cena lista para todos, pollito a la Michoacana. Siempre es muy grato charlas con ellos, su casa y sus perros Lupe y Pimienta son un amor, la casa una galería llena de arte, colección de años y de lo que produce Ernie .. -gracias chicos por recibirme-.
Y al caer cada una de estas noches y en mis momentos de abstracción de la carretera, mis pensamientos estaban con Oliván… tengo su imagen en mi memoria lo tengo en mi libreta de apuntes y en mi corazón… me habría gustado en el alma que estuviera pendiente de mi, pero, parece que decidió guardar distancia. El celular esta muy callado y por mas que al dormir repito su nombre como un mantra, no lo veo, no lo escucho y no estuvo cerca… Ahora que regreso a casa lo veo en todos lados, en el caballete, en el mueble en todos lados, pero, no ha llamado para saber si llegue con bien o no. Sólo me mando un mensaje ayer,molesto por lo que me hicieron.
Como siempre las paredes de mi casa me cubren y me arrinconan en mi cama con Libertad y Gilberto, haciéndome sentir así, seguro, acompañado, plantado en la tierra, mirando el sol.
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