Tenía mucho que no me daba el tiempo de ir a una exposición y decidí ir ayer viernes a ver dos que en verdad quería ver; la exposición del maestro Benjamín Domínguez y la de Otto Dix... Creo que no había tenido oportunidad de ver tanta obra junta de estos artistas... El maestro Domínguez es impresionante, me gusta como de toda su influencia barroca, logra traer hasta nuestro tiempo su trabajo con una contundencia que me deja sin habla... Llama mucho la atención, al menos a mi, que se tan minucioso en los ropajes de sus personajes y tan esquemático en los personajes mismos ... y viendo sus cuadros, me quede más de una vez sin habla... Uno es especial, que se llama "levitando" casi se me salieron las lagrimas al verlo... No tengo palabras para describir a detalle la experiencia estética que es parase frente a una de sus piezas,... algo en mi interior se inquieto... la oscuridad y solemnidad de su paleta , en verdad que me cautivó... ¿Cómo llegar a eso, cómo entender así la luz... cómo?... la respuesta Gil es... tengo que trabajar mucho y observar más a detalle todo lo que me rodea para poder mirar de esa manera.
El maestro murió en julio pasado... pero al mirar sus piezas, él está ahi... en cada una de ellas... en las horas que dedico a trabajarlas en lo que plasmó... en lo que veladamente nos mostró a través de su pintura... Me conmovió ... El museo del Arzobispado es hermoso en si mismo, y que siempre presenten exposiciones de tan altísima calidad y que la entrada sea gratuita... es algo de agradecer.
Y la exposición de Otto Dix,... es tan perturbadora que por momentos uno quisiera dejar de ver y salir corriendo... pero hay piezas que son absolutamente hermosas... y llenas de pasión por la vída, incluyendo el horror de la guerra en el siglo pasado... aun esas, son hermosas... y entiendo la necesidad de querer plasmar todo lo que a su alrededor tenía... mejor sacarlas que vivir con tantos fantasmas dentro... Recuerdo haber visto un par de cuadros de él cuando estuve en UK... pero jamás había visto tanta obra de él junta, y de tantos periodos... me gustó mucho... Sin duda, lo mismo hacia cosas tan sueltas como sus acuarelas como cosas tan trabajadas como el retrato que tiene con su hijo bebe... que en mi opinión o al menos así lo percibí... es el más contemplativo... y en dónde le vi en su mirada cierta paz... ¡me gustó muchísimo!
Fuimos al museo Diego y yo y pasamos a mi casa a merendar y a colgar mi retablo que finalmente, después de tanto, un año exactamente de haber retomado un proyecto que tenia 10 años esperando... al fin, lo termine. Ahora está colgado frente a mi cama y me vienen muchas ideas para la pieza... para esa pared y para lo que sigue, la parte de abajo, la predela ... Me emociona haberla terminado, porque hubo momentos en que pensaba que no la terminaría... hubo momentos en que me perdí y no sabia para dónde iba... por supuesto que ahora que la veo terminada, pienso que pude haberla hecho de otra manera, pero bueno, eso pasa siempre que le dedicas tanto tiempo a algo... la experiencia de vida, va cambiando... y va dándote caminos diferentes. Aun con todo, me gusta y mientras se llega el momento de exhibirla, la voy a disfrutar frente a mi cama, aunque no puedo abrirla siempre como quisiera, me falta espacio para quitarle de enfrente lo que tiene... ya encontraré la manera de hacerlo...
Mi huevo de avestruz esta terminado... ahora estoy trabajando la base para colocarlo y ya comencé con un segundo huevo, que por cierto, también haré en tinta china... y me estoy divirtiendo mucho. eso lo estoy trabajando en el Toltekali, el taller de Áurea... y mientras tanto, en mi estudio, tengo mi autorretrato 51 y el desnudo que estoy haciendo con Manuel que por cierto, creo que ya se por dónde va...
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