Si vas a usar alguna imagen de este blog, agradeceré mucho que des el crédito que corresponde, correctamente

domingo, 14 de marzo de 2021

Cósima en casa y su ausencia es más grande.

Todo este proceso, no he estado solo... Áurea ha estado junto a mi, en todo momento... ella perdió a Max, su perrito, en septiembre pasado. y ha sido un golpe muy duro para ella también,.. En menos de año y medio, se nos fueron nuestros hijos . Todo esto ha sido una experiencia muy traumante... Haber escuchado a Aurea gritar de angustia cuando Cósima estaba muriendo, fue muy impactante...  En medio de todo esto, yo quiero creer que; que mi Cosí en cuanto nos vió, sintió cierto alivio  saber que estábamos ahí, su mamá y su papá, decía a veces Áurea. Porque mi Cósi, se aferró a mis brazos y mi hombre mientras la abrazamos los dos. 

La muerte de Cósima ha sido uno de los golpes más fuertes de todo este tiempo.... de tanta muerte alrededor de mi,  la pandemia  ha sido devastadora para la estabilidad emocional de muchas personas, de la mia misma... y la partida de Cósi en medio de todo esto, es  horrible. Estamos viviendo tiempos difíciles de adaptación de perdidas, de ausencias, de soledad y hasta abandono. Cósima, me ayudó en toda la pandemia a sobrellevarla...  

¿Qué voy a hacer con todo esto que siento y tengo para dar, con esta necesidad de sentirme necesitado,  con esta necesidad de pertenecer? Se acabó mi manada Gil... se acabó y siento como  deben sentir quienes pierden un hijo, con todas las distancias emocionales, pero asi lo siento, mis perros, siempre los he sentido como hijos, porque los cuido, lo protejo, los alimento, los abrazaba y yo sentía que cumplia con algo importante en la vida... en mi vída.  Dormir sin ella es cruel... dormir sin mis perros siempre es muy difícil... no dejo de buscarlos entre las sabanas,  siempre me dieron mucha seguridad. 

Áurea, siempre recibió a Cósi, con mucho calor y comprensión,  Cósi sabía que si íbamos con ella, comería pollito,  y poco comía en casa sus coquetas con su sobre,... le era más rica la comida de Áurea. Cósi, nos acompañó mucho tiempo  en el taller, en la comida, en las reuniones, en las comilonas,... . 
Áurea, siempre la llenó de mimos, cariños y besos, aunque ella le gruñia... pero también la buscaba... Me gustaba llevarla,  pero mucho más cuando murió Max, tenía la idea de que con ella, encontraba un poco de consuelo... Cósima, siempre salió ganando. ... Le gustaba después de que Áurea le daba de comer, irse a su recámara a jugar con unos perros de peluche que ella tiene,... era todo un espectáculo verla jugar.  Cuando le cortaba el pelo, se quedaba quietecita,  dejaba que le cortara lo que quisiera, Äurea le cortaba el pelito de su cara y de sus patitas...  ella siempre estuvo calma y después... no sé si le emocionaba no sentir tanto pelo, pero  se ponia feliz y ladraba y corría por todo el espacio  sacudiendo el pelito... se ponía feliz y yo con ella. 
Ayer fuí en mi bicicleta a recoger los restos de Cósima... en la veterinaria se deshacían en condolencias conmigo, yo creo por como me vieron, la verdad, no les creí, yo tenía que ver a Áurea, ... así que saliendo de ahí me fuí con ella, y mientras llevaba la urna en la canastilla ,  me imagine a Cósima sentada sintiendo el aire en sus orejas y volando como si fuese una cofia de monja,... Cósi siempre fue feliz en la bicicleta conmigo... Se emocionaba muchísimo al ver que le ponía el arnés.  Lloré como estúpido al punto de que me detuve para limpiarme la cara, porque ya no veía e iba en la bicicleta,... No podía dejar de pensar que era el último viaje a casa de Áurea con ella y lloré, todo el camino. y de vez en vez, como siempre lo hacía, miraba la canastilla para hablarle a Cosí, sólo que esta vez era a la urna y sentí  dolor en el pecho. 

Tengo tantas cosas que hacer, tantas... y tan poco entusiasmo por hacerlo... Mi casa es aún más fría que de costumbre,... ayer que regresé  y no salió ella a recibirme,  me asustó pensar que así va a ser  mi vída ahora.  

Ay Cósi... me dejaste con un vacío enorme en los brazos,... ¿Con quién pintaré en las tardes... quién se sentará detrás de mí en el sillón? No quiero salir de casa, no quiero que me pregunten nada en la calle... duele, aún n o me repongo de la ausencia de Uma... aún no he pintado el cuadro que quiero de Uma para cerrar el ciclo... aún no me consuelo. En medio de todo esto, sé y agradezco con el alma, la presencia de Áurea, porque sin ella, de verdad que todo habría sido  muchísimo más dificil. 


2 comentarios:

  1. Mi querido Darío yo sé que no existen las palabras adecuadas para consolarte en estos momentos, solamente puedo ofrecerte mi hombro y mis oídos para escuchar tus lamentos y te sientas aunque sea un poquito acompañado, te aprecio lo suficiente como para no dejar de apoyarte en este trance. Tiempo al tiempo y verás que sobrevivirá está terrible tempestad.

    ResponderBorrar
  2. Agradezco muchísimo tus comentarios y te ofrezco una disculpa por responder hasta ahora... No había visto el mensaje, ... perdón, gracias!!!

    ResponderBorrar