Toda esta semana he estado tratando de estar con el ánimo de pintar , pero, mi organismo a veces me traiciona y no encuentro la fuerza necesaria para hacerlo: supongo qué traigo en la cabeza ideas que no están e mi alcance concretar o solucionar... Así qué me he sentado únicamente a pintar con acuarelas en mi libreta, con la intención de soltar la mano para no enmhoecerme. Hay tanto qué quiero hacer y no consigo hacerlo. El clima no me ayuda mucho, no me hace sentir bien qué por las mañanas haga frío, luego un sol radiante y al final acabe el día con frío. Necesito el sol y el calor... y necesito logra cada año huir del invierno. Debe ser una cometido qué alcanzar al final de cada año... irme lejos de aquí a un sitio más cálido.
He extrañado mucho a Libertad, me vienen ideas a la cabeza y no sé por qué. A veces pienso que se fue sin mucha trascendencia en mi vida, pero otras, cuando pienso en lo qué vivimos juntos, me quedo como si viera una pared en blanco y no supiera que ver. Fueron demasiados años juntos, demasiados cosas, y demasiados amores compartidos. Hasta una relación "estable" de conveniencia tuve junto a ella. Y ahora ya no esta, al igual qué todo lo qué la rodeaba. Uma, es la única qué me acompaña. Y estamos aprendiendo a vivir juntos, solos, y me divierto mucho con ella. Cuando regreso a casa juego a qué no la veo y ella a qué se me pone enfrente para verla y sigo yo sin ver, nos reímos mucho cuando hacemos eso, ella a su modo saltando y mordiendo mi mano y yo... abrazándola y sobándole el lomo... Y quiero meterla más ne mis cuadros, Por eso comencé está pieza de ella con un cisne como los qué vi en San Francisco... ella jugando. Quiero terminarla, y quiero comenzar otras con ideas como está... y no sé a lo mejor sin darme cuenta, entre mi Adán y estás piezas estoy recreando el paraíso, mi paraíso.
Por otro lado, mañana iré a Irapuato a dejar la pieza de Francisco a su familia, y me doy cuenta que caigo en la estúpida idea de qué me da miedo viajar... siempre lo hago, pero desde mi último viaje, recuerdo qué subiendo al avión, me preguntaba; ¿Qué estaba haciendo ahí?... Ahora voy muy cerca a un poblado de mi país, y me salta el mismo miedo... ¿Y si me enfermo?... Sé que no pasará, y sé que lo haré sin ningún problema, pero son pensamientos qué me vienen a la cabeza. Sé qué es el medicamento qué hace de las suyas... ¡ay bendito efavirenz! ¿qué voy a hacer contigo?
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