Desde el jueves que murió Gilberto he estado muy encerrado, salir a caminar con Libertad es sentir un dolor en el pecho que me agobia y mas si me pregunta la gente en la calle por él. No quiero habar con nadie ni dar explicaciones, ... para muchos es solo un perro, pero para mi; es un hijo, un amigo, pilar importante de mi estabilidad emocional.
Ayer que me entregaron sus cenizas, no pude evitar sentir mas su ausencia, pero de forma contradictoria, me confortó saber que lo tenía cerca de mi. Caminé a mi casa con Libertad de un lado y a Gilberto en su urna en el brazo y debí parecer estúpido pues lloraba como un niño nublando mi vista y mi pensamiento. María Rosa Olivos estaba esperándome abajo de mi casa con un gran ramo de flores... verla me reconfortó, con ella hace años planeamos la exposición del xoloitzcuintle. Me ayudó a pasar las cenizas de Gil de la Urna que me dio el crematorio ,a la urna de barro que yo tenia en casa. Que impresionante es saber que ese polvo-arena-cenizas es Gilberto. Ya está en casa, cerca de mi, cuando toque mi turno de irme y me entierren, quiero esas urnas en mi ataúd la de él y la que será Libertad Libertad esta desconcertada, husmea mucho la casa,supongo que lo busca, no se si entenderá lo que paso, Me preocupa que se enferme, finalmente Liber tiene 14 años, ya no es joven ha ido perdiendo la orientación de el oído y en el parque le cuesta trabajo saber de donde le llamo. Esta triste, trato de darle mas atención que la que tenía. Pasa mucho tiempo tendida en mi cama, debajo del edredón, y casi no quiere salir, anda detrás de mi todo el tiempo. Si me ve llorar, se inquieta y comienza a saltar para llamar mi atención. No quiero pensar que pasará si debido a su edad ella se va pronto, quisiera pensar que tardará al menos un año mas, que estará conmigo, feliz, sana, contenta, tranquila... adoro a Libertad. El día que murió Gilberto, vino mi hermana Carmen con Nydia su hija , mi hermana Leticia, Jamín y Alvaro estuvieron aquí acompañándome. Todos me dicen que me calme... y se los agradezco mucho, lo sé y lo entiendo. Tengo un hueco enorme en mi pecho, y cuando mi mente se calla, veo a Gilberto en mi cabeza, esperándome a la salida del baño, echado en su tapete en mi estudio mirándome pintar, llamando mi atención para darle agua, parado al pie de la cama esperando que lo suba, ladrando desesperado porque me vio llegar, saltando, emocionado... veo su ojitos desorbitados desesperado por espirar, desmayado en la calle y yo pidiendo ayuda cargándolo pidiéndole a Dios que no se lo llevara. Lo extraño mucho, ... mucho, mucho.
Ayer que me entregaron sus cenizas, no pude evitar sentir mas su ausencia, pero de forma contradictoria, me confortó saber que lo tenía cerca de mi. Caminé a mi casa con Libertad de un lado y a Gilberto en su urna en el brazo y debí parecer estúpido pues lloraba como un niño nublando mi vista y mi pensamiento. María Rosa Olivos estaba esperándome abajo de mi casa con un gran ramo de flores... verla me reconfortó, con ella hace años planeamos la exposición del xoloitzcuintle. Me ayudó a pasar las cenizas de Gil de la Urna que me dio el crematorio ,a la urna de barro que yo tenia en casa. Que impresionante es saber que ese polvo-arena-cenizas es Gilberto. Ya está en casa, cerca de mi, cuando toque mi turno de irme y me entierren, quiero esas urnas en mi ataúd la de él y la que será Libertad Libertad esta desconcertada, husmea mucho la casa,supongo que lo busca, no se si entenderá lo que paso, Me preocupa que se enferme, finalmente Liber tiene 14 años, ya no es joven ha ido perdiendo la orientación de el oído y en el parque le cuesta trabajo saber de donde le llamo. Esta triste, trato de darle mas atención que la que tenía. Pasa mucho tiempo tendida en mi cama, debajo del edredón, y casi no quiere salir, anda detrás de mi todo el tiempo. Si me ve llorar, se inquieta y comienza a saltar para llamar mi atención. No quiero pensar que pasará si debido a su edad ella se va pronto, quisiera pensar que tardará al menos un año mas, que estará conmigo, feliz, sana, contenta, tranquila... adoro a Libertad. El día que murió Gilberto, vino mi hermana Carmen con Nydia su hija , mi hermana Leticia, Jamín y Alvaro estuvieron aquí acompañándome. Todos me dicen que me calme... y se los agradezco mucho, lo sé y lo entiendo. Tengo un hueco enorme en mi pecho, y cuando mi mente se calla, veo a Gilberto en mi cabeza, esperándome a la salida del baño, echado en su tapete en mi estudio mirándome pintar, llamando mi atención para darle agua, parado al pie de la cama esperando que lo suba, ladrando desesperado porque me vio llegar, saltando, emocionado... veo su ojitos desorbitados desesperado por espirar, desmayado en la calle y yo pidiendo ayuda cargándolo pidiéndole a Dios que no se lo llevara. Lo extraño mucho, ... mucho, mucho.
Hoy decidí dar un vistazo para ver cómo anda todo, en verdad siento tu pérdida. Creo que no hay nada que pueda decirte dado que no estoy en tu lugar, pero desde aqui espero que Libertad y tu puedan superar estos momentos juntos. Un abrazo.
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