De niño recuedo qué me decían Pipis, mi padre dacia que era porque fui muy meón, pero el apodo llevaba cariño, cariño de él, y de mi familia. Cuando fui "El Pipis" había un aura de inocencia y de necesidad que recuerdo con mucha nostalgia, no sé si me gustaba, no sé sí me molestaba... Ahora que cumplo 47 años, la vida me pone del lado del entendimiento y la comprensión. Valoro cada una de las etapas qué he vivido, sigo siendo el mismo necesitado, ávido de crecer, evidentemente no soy aquel niño... pero hay algo a mi edad que sigue sin resolverse... de lo que estoy convencido es qué crecer es bueno, madurar es muy bueno, amar ha sido bueno, he obtenido mucho de esa parte de mi vida, del amor he sacado una experiencia maravillosa, aun cuando no me amen, me hace darme cuenta de la capacidad que tengo para ello, de lo qué puedo dar y del amor que me tengo a mi mismo. Porque antes qué otra cosa, me amo a mi y ese es el motor de mi existencia. He pintado mucho del desamor, por ahí alguien me dijo que Follar tanto sin obtener nada creativo a cambio, era vacío y lo sería... pero hay muchos cuadros por ahí. Hay mucho de mi vida en mis lienzo, en mis papeles... y me siento contento por ello. Porqué están ahí... y no dentro de mi.
Hoy me siento tranquilo, mis hijas están bien, Uma cumple años también... cumple 3 y espero en Dios verla crecer y ser tan buenos amigos, como lo somos Libertad y yo.
Hoy me siento tranquilo, mis hijas están bien, Uma cumple años también... cumple 3 y espero en Dios verla crecer y ser tan buenos amigos, como lo somos Libertad y yo.
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