Ayer tuve una charla interesante con mi dealer, sobre todo lo que en estos meses he estado pasando, mi salud, la salud de mis hermanas, la vida después de la muerte de Blanca, mi trabajo creativo y todo lo que yo quiero hacer y no sé cómo hacerlo. Y entre todo eso, me doy cuenta que estoy atorado con muchas cosas, sobre todo con la idea del catálogo. Sigo sin entender mucho de qué hacer con ellos. Habrá una exposición el 21 de noviembre en un museo en Celaya, una exposición colectiva de la Fundación Pascual y voy a ir, participo con una pieza que les doné... hoy hablando con el presidente de la Fundación, me decían si podía ser el que hiciera el recorrido de la exposición con las "autoridades" y que además, llevará mi catálogo... No sé me había ocurrido, pero puede ser una buena opción para conseguir un espacio, por supuesto dije que si. Hablando con Mildred, le decía lo dificil que me resulta complacer a las personas cuando me piden retratos... sigue prevaleciendo la idea de que un retrato en pintura es como una fotografía, quizás algunos artistas si hagan cosas así, pero en mi caso, me es muy dificil y no creo que sea por falta de pericia, si no que mi trabajo está permeado de emociones y que al final, estoy convencido que un retrato es una composición plástica y en mi opinión, es ahí su valor. Mildred me decía que cuando me pase algo así, proyecte las imágenes ... no me parece que deba hacerlo, pero a veces... me pasa por la cabeza. Así que de verdad espero que el retrato que estoy haciendo termine por convencer a las personas que debo entregarlo... quitarme el miedo y concretarlo. La verdad es que me falta muy poco para resolverlo.
Y ante tanto problema por no encontrar espacio o que los que me ofrecen me dicen "si, pero aquí vienen niños" etc... Decidí regresar a hacer lo que más me gusta hacer... pintar por placer, por el gusto de ser y decir lo que yo quiero. me he dado cuenta que en esto de hacer encargos, si bien pagan mis cuentas y agradezco que se me pidan... he perdido mucho de lo que me gusta pintar. Los formatos grandes, mis ideas y deseos más escondidos, mi necesidad de meter en mis cuadros a la gente que quiero. Mi necesidad de mirar y regodearme ante lo que siento. Si al final, llevo 4 años de no exponer en Ciudad de México, qué más da seguir así y pintar lo que me viene en gana. Sé y asumo que hay muchas mentes obtusas, también sé que lo que la gente quiere son cosas que "decoren" sus paredes y no que las cuestionen... lo sé muy bien y por supuesto, están en su derecho. No debo dejar que eso me influencie debo hacer lo que quiera y nada más... Así que estaré dibujando y pintando todo lo que yo necesito hacer primero: porque finalmente, es la razón por la que decidí renunciar a tantas cosas, pintar y dibujar lo que se me ocurriera... y segundo, porque llena mi alma, y sé que se lee cursi, pero es así.
Por supuesto seguiré haciendo encargos... y seguiré buscando en esos encargos... el reto que me signifique lo suficiente para confrontarme.
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