La mañana del miércoles, me despertó un mail... y mi sorpresa fue que era Silvia... A lo largo del año, sé poco de ella...y tenemos tantos años de amistad que no deja de sorprenderme que siempre que nos vemos, pareciera que a penas hace una semana que no nos vemos. Vino con Rubén... su compañero desde hace algún tiempo y después de ponernos al corriente en nuestras vidas, y de haber tomado unos buenos "mates"comenzamos a planear varias cosas juntos.
Quiso ir a la Basílica... y fuimos al día siguiente... Ir a las iglesias a mi siempre me representa una emoción muy vívida... Los iconos religiosos me gustan muchísimo. Siempre me dejan perplejo, ojalá algún día pinte así.
La verdad es que visualmente es un espacio lindo, muy bien cuidado y limpio. Silvia es siempre muy cálida conmigo y creo que nos intuimos mucho... Me contó de sus padres de algunos amigos en común y de lo bien que le va académicamente... Me da mucho gusto por ella. Vive bien, es feliz y hace lo que quiere hacer... y ese bienestar siempre se refleja y lo que veo en sus ojos, me hace pensar que sin duda, es una mujer plena. Me da mucho gusto.
También quiso ir a Teotihuacán... Si bien al principio me sonaba que estaba muy cansado para ir, la verdad es que disfruté muchísimo la estadía ahí. Hacia al menos 20 años que no iba... que gusto que me haya invitado a ir con ella y con Rubén... Fue un dia muy afortunado, porqué había tanto sol que sentí, como hacía muchísimo tiempo no sentía el calor y sudor en mi piel. Caminé y caminé... y subí a las dos pirámides, por un momento pensé que no lo haría... que el sol me agitaría o que mi fuerza no sería suficiente, pero creo que el ejercicio que he hecho toda mi vida aun da frutos... Eso me hizo sentirme muy bien. Silvia y Rubén sólo subieron a la pirámide del sol.Parece que no se sentían muy bien... qué pena, la verdad es que yo lo disfrute muchísimo.
Hubo un momento estando arriba que me quede a la orilla de la pirámide del sol, cerré mis ojos y comencé a contar desde el 100 hasta el 1... según yo para tratar de dejar de escuchar tanta tontería que decían "los que saben" estando arriba... Lo logré porque comencé a escuchar al viento... escuché hasta a un pájaro por ahí... el sonido de un autobús a lo lejos. Pensé en lo que estoy viviendo ahora... pensé en él, en esta relación que estamos llevando, en la madurez de los dos... y en la paz que me da su presencia. Me vino sus mirada a mi mente, y me sentí muy feliz.
Después de un rato, abrí los ojos y me dió un poco de vértigo... mis ojos buscaban algo que reconocer, y lo único que veía... era la inmensidad de la altura y de la sensación de mi cuerpo ante el inmenso vacío. Y por un momento... sentí los dientes de Uma jalandome la camisa... por supuesto que ella no estaba ahí... Tan sólo fue un pensamiento materializado, de la seguridad que le da Uma a mi vida.
Ahora Gilberto, con la tranquilidad que tengo, lo que tengo que hacer es ser mucho más productivo. Hay tanto que hacer y completar... hay tanto que dibujar de mi cabeza y de lo que tengo guardado por ahí. He descuido un poco mi "diario físico".. . y sé que tan sólo es falta de decisión... por que a veces, paso muchísimas horas en la contemplación. Necesito ser mucho más disciplinado, más organizado y más exigente conmigo mismo.
Todas estás cosas las pensé en éste viaje... No sé si en verdad hay una energía revoloteando en ambiente en un sitio así, Pero es muy cierto que a mi regreso a la ciudad, mi emergía fisica y mental estaba muy arriba.
Me gustaría tanto poder pasar más tiempo con Silvia... hasta ahora es la única mujer que me provoca tantas cosas, algo tiene ella en la mirada que desde siempre me causo mucha confianza... es evidente que no somos los jóvenes que eramos cuando nos conocimos, pero ahora en nuestra madurez, hay algo que apreció mucho más de ella... Sigo viendo esa belleza que me perturbó cuando la vi por primera vez, ahora entiendo e intuyo muchas más cosas de ella... y que puedo ver y sentir, el cariño que siente por mi.
Silvia es una de los iconos más importantes de mi vida, junto a otras mujeres, como Beatriz y Araceli... Ahora se va a La Habana y regresa a la ciudad por dos semanas más... espero poder cenar los cuatro antes de que se vayan, después de todo, mi cumpleaños está muy cerca.
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