Autorretrato 44 con Libertad

Este mes que paso fue lento, muy lento... lleno de muchísimas cosas pero de poca producción... Trabajé para el festival en Corto de Guanajuato y que por cierto recibimos felicitaciones por las traducciones de las películas... me dijeron que había acercado los temas al pensamiento colectivo de nuestro país, lo cual... me halaga mucho. Y por otro lado todo el mes estuve tratando de terminar el dibujo que tenía en el caballete, sin conseguirlo, pues apenas trabajaba un área e la pieza y me distraía pensando en Dios sabe que... Creo que sólo firme el retrato de Brian que se va a San Francisco y nada más... Como que me concrete a salir, leer y nada más... Pero finalmente termine la pieza a destiempo de la bienal... pero siendo honesto, la verdad no me siento muy seguro con ella , me gusta y mucho... pero no sé... la desventaja que siento con los académicos es mucha. Será en otra ocasión, pero el proceso de este trabajo fue muy bueno y logré cosas con el. Me gusta... Y en todo esto me doy cuenta que el ocio ha sido parte importante de mi vida... en el ocio encontré el camino a mi bienestar, leyendo, mirando películas encuentro muchas cosas. En estos días termine de leer un libro que escribió un amigo y cliente mio sobre dos pintores, uno prácticamente desconocido que dice que es su pariente y el otro es el maestro Nefero... sin embargo si bien la lectura por momento me atrapó... en muchísimos puntos se pierde y mas parece un ensayo sobre las impresiones personales que se tienen sobre otro pintor; Manuel Rodríguez Lozano. que después de leer este texto lleno de anécdotas sobre el, lo único que concluyo es que era un pintor resentido, lleno de arrogancia y con muy buena suerte amén de ser un patán. El libro una y otra vez caía en la anécdota sobre el maestro y cuando hablaba de su pariente en momentos sentí en la lectura una necesidad de justificación del porqué no siguió pintando. Claro cada quien habla de como le va en la vida, pero decir que no siguió pintando por no haber tenido mercado es tan pobre la justificación, pues habiendo tantos pintores contemporáneos, que no vendían... es increíble entender que esa fue la razón. Mi impresión es que simplemente no tuvo la pasión necesaria para que importándole muy poco la venta de sus cuadros siguiera pintando. Sólo era un diletante.

Ser pintor no es haber pintado dos o tres o 20 cuadros en toda tu vida... ser pintor te hace la constancia y el trabajo diario del artesano llevado al limite de la necesidad creativa, vendas o no vendas. Y ser un artista esta mas allá de la necesidad creativa de nosotros los productores de obra plástica. que finalmente no nos atañe, sino mas bien y solamente, el quehacer, la constancia y ser consecuentes con lo que se dice y se hace en nuestro diario trabajo creativo... Pero bueno leer este libro me hizo recordar varios más que tendré que releer y me encontré con una compilación de textos que el Maestro Diego Rivera escribió a lo largo de su vida. Un libro muy interesante y que sin duda, aprenderé muchísimo. Este mes logré dormir dos o tres horas en las tardes con Libertad y los disfruto enormemente... Estamos Liber y yo más tranquilos... Entendemos más la ausencia de Gilberto, le sigo prendiendo veladoras e incienso... Libertad y yo pasamos muchas horas juntos, muchas... abrazados... claro, con mi libro en mano.