Escuche mi voz, y esta me dijo que han sido muchos años de ausencias, muchos años de necesidades y emociones... Años atrás de mi conciencia... Años necesitado de algo que no conozco y no tengo, y sin embargo, a veces en algunos ojos oscuros puedo verlo...
Mirar en la inmensidad de esos ojos negros que perturban mis sentidos... Ya te conocía, ya había sentido el aroma de tu vaho... ya había visto una y otra y otra vez a lo largo de la vida, de está y las pasadas... Por eso me es tan estrujante tu presencia, la cercanía de tus brazos, de tus manos... Al cumplir 12 años fue más claro el hoyo en mi estomago. Y desde entonces a cada paso a cada mirada a cada tono de voz escucho y pienso. Y entonces, duele... por muchos años, duele... Porque no hay nada que llene es vacío, porque no hay nada que calme las ansias ni la resequedad mis labios. Nada, hasta que ves la vida caminar frente a ti. Hasta que te miras en el espejo y dejas de buscar para sólo sentir el aroma inconfundible de tu presencia. Hasta entonces, deja de doler... Y ahí, sentado frente a mi y me miro a los ojos y veo, me veo tal como soy y quién soy, toco mis manos y me siento.
Han sido muchas vidas muchos cruces de camino, muchos besos de mejillas... muchos... Pero sólo un abrazo sincero y profundo, uno sólo... uno que al contacto te recuerda esa fusión con la nada y con el todo.
Mirar en la inmensidad de esos ojos negros que perturban mis sentidos... Ya te conocía, ya había sentido el aroma de tu vaho... ya había visto una y otra y otra vez a lo largo de la vida, de está y las pasadas... Por eso me es tan estrujante tu presencia, la cercanía de tus brazos, de tus manos... Al cumplir 12 años fue más claro el hoyo en mi estomago. Y desde entonces a cada paso a cada mirada a cada tono de voz escucho y pienso. Y entonces, duele... por muchos años, duele... Porque no hay nada que llene es vacío, porque no hay nada que calme las ansias ni la resequedad mis labios. Nada, hasta que ves la vida caminar frente a ti. Hasta que te miras en el espejo y dejas de buscar para sólo sentir el aroma inconfundible de tu presencia. Hasta entonces, deja de doler... Y ahí, sentado frente a mi y me miro a los ojos y veo, me veo tal como soy y quién soy, toco mis manos y me siento.
Han sido muchas vidas muchos cruces de camino, muchos besos de mejillas... muchos... Pero sólo un abrazo sincero y profundo, uno sólo... uno que al contacto te recuerda esa fusión con la nada y con el todo.
Hoy que desperté pensaba en todo eso, en mi sueños producto del efavirenz y mis fantasías... en como me habla el inconsciente a través de mis sueños... pero si esto es un sueño ¿por qué siempre tengo esa sensación de haber mirado los mismos ojos antes de este tiempo?, ¿será que de verdad, han habido otras vidas?... ¿será que uno repite las mismas emociones hasta que uno aprende?... Con los años uno es capaz de amar sin pretender nada a cambio... la vida me ha enseñado que es la mejor manera de dar y darse, el placer en ello es inmenso. El amor, ha dejado de doler hace muchos años... el amor sólo está ahí para ser tocado, para ser amado y cuidado si es el caso. O solamente para mirarlo. Guardarlos en mis cuadros, en mis diarios, en mi memoria y sentirlo en mis sueños a través de muchas vidas... porque ¿qué es el universo? si no un conjunto de sueños y vivencias, que a veces, sólo a veces se tocan como las pompas de jabón y explotan.
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