Algo pasa a mi alrededor que ya no siento el mismo entusiasmo por buscar exhibir mi trabajo, los prejuicios y la negativa de la gente en cuanto al tema, de verdad que comienza a hartarme... Ahora hay una re evaluación de todo y pareciera que si no estás en ese rubro el trabajo no tiene validez. sin embargo pertenecer al acervo de la Colección Pascual me permitió este año, al menos, tener una participación en una colectiva en la Ciudad de Celaya. Lo importante es siempre que la obra se vea, se mueva... desgraciadamente la gente de está encargada de la cultura en esas ciudades chicas, siguen y buscan impactar con sus propuestas... Invitaron al crítico José Manuel Springer, que debo decir que cuando dijeron que daría una conferencia me resulto aburrida la idea... sin embargo el maestro Springer habló desde la obra misma de la exhibición... habló basándose en las piezas que veía, habló de la técnica, de en dónde radicaba el valor de una pieza y fue, muy aleccionador y agradable escucharlo... Disfruté la inauguración... Fue poca gente, en lugares así, la gente asiste más por compromiso que por que haya un interés real o la publicidad de la misma no es lo suficientemente fuerte como para crear interés. Hubo cosas que pudieron desagradarme, sin embargo, entiendo que son las formas que la gente tiene y que al final, son burócratas respondiendo a un jefe y simplemente se concretan a cumplir... y que en eso no puedo hacer mucho.
Me enteré que una de mis primas vivía en Celaya... y fue a la muestra. La verdad es que sigue tan guapa como siempre y al saludarnos pareciera que habían pasado dos días de no vernos, La última vez que ala vi fue en el sepelio de mi madre, es decir, hace 14 años... y me dio mucha emoción verla... Mi hermana Leticia dice que siempre que voy a exponer fuera siempre hay gente que me quiere cerca... es verdad, Nunca me he sentido solo en las exposiciones fuera de mi ciudad e incluso las que han sido fuera del país. Siempre alguien me alcanza ahí y eso me hace sentirme, muy bien, muy acompañado.
Los directivos de la Fundación Pascual, fueron más que amables, no me dejaron pagar nada, me presentaron con todo mundo y siempre me sentí; atendido, cuidado, y muy cómodo con ellos... Después del evento, nos fuimos a cenar y cené delicioso... comí una pasta con un par de copas de vino rojo y caí rendido al llegar al hotel. Les agradezco enormemente el trato que me dieron, ojalá yo pueda corresponder de alguna manera, ya veré como hacerlo, tengo algunas ideas.
Regresar a mi estudio, siempre es agradable, vino José Luis a posar par mi proyecto, trajo una botella de vino, comimos ravioles que me encantan y que por supuesto compré, ni idea de como se hacen ni quiero aprender, comimos después de que posó... y de manera muy atenta e intrigado me preguntó sobre el origen de los cuadros que me había comprado, "Tiro al Blanco" y Lucas 1:79... José Luis se mostró sorprendido de lo que le decía, podía ver en su cara lo emocionado y sorprendido que estaba,,, Es curioso, hablas de esas piezas puede ser desgastante, por la manera en que se gestaron... pero, me dí cuenta que ahora que hablo de ello, lo que lo gestó, ya pasó... ya no me significa nada, ya no me interesa,,, el circulo, verdaderamente está cerrado y yo he seguido adelante. Me encantó darme cuenta que efectivamente mi pintura es una catarsis a mi persona y que siempre habrá quién se identifique con ella. Se fue, con la promesa de regresar para seguir trabajando mi proyecto que por cierto, aun no sé ni qué es lo que estoy haciendo ni para qué... pero es una imagen que tengo en la cabeza y que necesito plasmar.
Uma se quedó con mi hermana Leticia y yo, simplemente me dediqué lo que restaba del fin del dia a descansar y desempacar a preparar la caja que debía entregar al otro día, pero no pude hacerlo como quería, me llamó un amigo que quería visitarme y que tenía una botella de vino buenísima que quería compartir conmigo... No me pude negar y la visita se prolongó hasta las 2 de la mañana... Me la pasé muy bien también con él y charlamos de todo y nada, Al otro día, me alisté para irme a comer con mi amiga y entregarle su "Caja de té"... se mostró sorprendida, pensaba que era más pequeña... comimos y la deje en su casa... y me fui caminado hasta la estación del metro de Bellas Artes... caminé casi una hora, pero necesitaba despejarme, necesitaba ver y escuchar el bullicio de la gente, me sentía muy bien... el clima era delicioso, no hacía frío ni calor, anduve sólo con la camisa y un fullar encima ... Llegué a casa, cené con mi amiga Alma en el merendero que está a la vuelta de mi casa y me metí a dormir... Todo tranquilo y en paz.